Desde hoy, Manuel Rodríguez -arquitecto técnico, fotógrafo de arquitectura y fundador del sitio web Nivelarte- compartirá con todos nosotros una serie de artículos enfocados en su pasión. Su trabajo como fotógrafo de arquitectura lo ha llevado a registrar obras en Dinamarca, Noruega, Reino Unido, Francia, Bélgica y su natal España. En esta ocasión, Manuel Rodríguez nos cuenta su experiencia y observaciones técnicas fotografiando el Tandrup Kollegiet en Copenhague.
El Tandrup Kollegiet es un edificio situado en el centro de Copenhague, Dinamarca, cerca de la Iglesia Vanløse, en Jyllingevej 70. Copenhague es una ciudad extraordinaria: en un barrio cualquiera encuentras auténticas joyas como ésta. Esta obra fue realizada por el estudio de arquitectura KANT (2009-2012), que destaca por su fachada de pizarra natural, en blanco y negro.
Se trata de una residencia de corte contemporáneo, realizada con un material tradicional que consta de 28 apartamentos con un dormitorio cada uno. El proyecto desde sus inicios, como la mayor parte de las promociones de este tipo, tuvo como objetivo distribuir el espacio consiguiendo el mayor número posible de metros cuadrados para las viviendas. Los trabajos de construcción fueron financiados, en parte, por el Ministerio de Bienestar para la “Vivienda Joven de Financiación Privada”.
Estructura del edificio
Como ya hemos dicho antes, se trata de un edificio que produce al espectador un gran contraste, no solo por superponer blanco y negro, sino también porque esos balcones blancos hacen que los edificios adyacentes, de ladrillo rojo, destaquen más.
Pese a ser un edificio que posee una estructura de hormigón tradicional y de bajos costos de construcción (lo normal en las viviendas para jóvenes), posee unos acabados de mucha calidad, entre los que destaca el revestimiento de pizarra CUPACLAD a cargo de CUPA.
Revisando la información disponible sobre este edificio, vemos que los apartamentos son de entre 17 y 21 m² con cocina propia y baño. Destacable que tres de ellos están habilitados para personas con discapacidad. Cada una de las casas tiene también un balcón orientado al sur, importante cuando estamos en zonas nórdicas y la luz del sol y el calor son bienes preciados.
Más allá de estos aspectos funcionales, desde los pasillos del balcón y la terraza común hay una hermosa vista de la ciudad y la iglesia Vanløse. Como el principal objetivo del proyecto era conseguir ganar los máximos metros cuadrados para los hogares, el acceso a ellos se realiza a través de los balcones y de una torre con ascensor en el patio interior.
En la parte trasera del edificio, por donde se accede, encontramos un patio tranquilo y soleado, con una zona con césped, bancos y aparcamiento para bicicletas, que desgraciadamente no pudimos fotografiar: solo nos permitían acceder a la fachada exterior.
Nuestro enfoque para las fotografías
La residencia en sí ya crea un magnífico contraste con el blanco y el negro de su fachada, pero crea más contraste aún en el contexto en el que está situada: era importante que los edificios colindantes apareciesen en las fotografías. Ya que además, cuando realizamos fotografía de arquitectura debemos “explicar con imágenes”.
A la hora de fotografiar la fachada de pizarra, como siempre, era fundamental que el resultado final mostrase los colores reales. En general, cuando se fotografía pizarra, un material complejo no sólo por su textura, sino por su color y brillo, se tiende a “azulear” el color. Para evitarlo es importante hacer un ajuste de blancos perfecto y trabajar mucho en la fase de retoque y post-procesado la corrección de color.
Sin embargo, no solo quisimos darle importancia a los colores del edificio, también nos centramos en las líneas que marcan la fachada. Si os fijáis, pese a ser un edificio aparentemente irregular, encontramos una línea de casi simetría que se forma si lo partieramos en dos mitades. Se puede ver en las fotografías panorámicas del edificio en las que el objetivo descentrable nos permitió sacar líneas paralelas perfectas.
El soleamiento de la fachada principal ocurre al medio día, se puede observar en las sombras de los balcones adyacentes y es justo el momento que aprovechamos para fotografiar. Para conocer esta información siempre recurrimos a TPE (The Photographer’s Ephemeris). En cuanto a los sets de la cámara al tratarse de unas condiciones estándar solemos tener nuestro ISO a 200 ya que es la sensibilidad nativa de nuestra cámara y la apertura alrededor de 9 y la velocidad de disparo estaría alrededor de los 200. Todas estas imágenes se tiran con trípode y rótula micrométrica para conseguir el encuadre deseado y la mayor definición posible.
Os dejamos las fotos para que veáis el resultado. ¡Esperamos que os haya gustado y que comentéis y compartáis en las redes sociales!
